Muchas personas nos esforzamos por tener una sonrisa bonita y agradable para los demás, pero a la mayoría solo les preocupa la salud y la estética de sus dientes, no de las encías. Si percatarnos lo importante que es tener unas Encías Sanas
Debes recordar que la encía es el tejido que ayuda a proteger y a sujetar los dientes, manteniéndolos firmes en los maxilares y si esta se enferma la salud bucal se deteriora, incluso pueden aflojarse los dientes, lo que llevaría a su extracción.
Como ves la salud de tus encías tiene mucha más importancia de la que muchos le brindan, pues de ella depende la salud de tus dientes y de la cavidad bucal en sentido general.
Por tal motivo se hace necesario garantizar su integridad si queremos tener buena apariencia al sonreír y para ello te aconsejo que leas este artículo, donde aprenderás a reconocer cuándo están tus encías saludables y qué hacer para mantenerlas así.
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Para saber si tienes sanas tus encías debes prestar mucha atención a algunas señales que son importantes en su estado de salud como por ejemplo su color y textura.
Una encía sana es de color rosa pálido natural, pudiendo tener otros pigmentos atendiendo a las características étnicas de cada persona pero sin variar la integridad del color.
Su textura no es lisa, sino que tiene un aspecto parecido al de “la piel de naranja”, para ello la podemos tocar o ver a simple vista el punteado característico.
Del mismo modo debe encontrarse en su posición correcta adherida al cuello de los dientes y rodeando los mismos, creando de esta forma un sellado que cubre y protege los maxilares.
Una encía sana no presenta irritaciones ni inflamación que dañen estas características, tampoco deben existir cambios de coloración ni de posición, de lo contrario dejan de estar sanas.
Si bien ya sabes identificar cuando están sanas tus encías, no te resultará difícil determinar si están enfermas.
Para ello debes observar detenidamente las características de tus encías, si las tienes de color rojo, blanco, negro o morado esto es un signo de enfermedad.
El cambio de color puede estar localizado en una parte o generalizado en dependencia de la patología que presentes.
Además si han perdido el punteado característico, es decir están lisas, es un signo de que hay inflamación por lo que evidentemente no está sana a pesar de que parezca lo contrario.
Por otro lado puedes presentar otros síntomas que en ocasiones pasan desapercibidos y son esenciales a la hora de valorar la salud de las encías.
Por ejemplo puede que te sangren las encías a la hora del cepillado, cuando muerdes algún tipo de alimentos o simplemente cuando te pasas el hilo dental y no es que lo hayas hecho demasiado fuerte y te lastimes, sino que este tejido se vuelve sensible cuando está enfermo.
Este es el signo que más suele alarmarnos cuando no están sanas las encías y nos hace correr inmediatamente a la clínica estomatológica.
De la misma manera pudieras presentar retracción gingival, es decir las encías se recogen de su posición normal, dejando expuestos el cuello y parte de la raíz de los dientes.
Muchas veces existe sensibilidad dentaria sobre todo al ingerir alimentos demasiados fríos, calientes, ácidos o al cepillarnos y en la mayoría de los casos es originada por la retracción gingival que se produce al enfermar tus encías.
También puede haber mal olor en la boca, mal sabor y dolor al masticar, además cuando llevas mucho tiempo con las encías enfermas y no lo has tratado adecuadamente puede haber incluso movilidad en tus dientes.
Si presentas uno o varios de estos signos, sin duda alguna no están tus encías sanas y debes tomar partido y acudir a la consulta para que te realicen una revisión y puedan determinar el problema en cuestión para poderlas tratar correctamente.
La causa principal de que no estén sanas tus encías es que tienes una mala higiene bucodental originada por un cepillado incorrecto.
Cuando esto sucede los restos de alimentos se acumulan en la superficie dentaria, sobre todo en la línea de unión con las encías originando la placa bacteriana que más tarde puede convertirse en sarro.
Estas bacterias que se alimentan de los restos de comida generan toxinas que inicialmente dañan las encías, pero que pueden dañar otros tejidos, incluso el hueso.
Es por ello que se hace muy necesario que detectes cualquier alteración en ellas para tratarlas a tiempo y evitar otras complicaciones que pueden llevar a la pérdida de los dientes.
Teniendo en cuenta lo esencial que resultan las encías para tener una buena salud bucodental y una sonrisa perfecta y radiante, se hace necesario que pongas en práctica algunos consejos que te serán de gran utilidad.
La higiene bucal es la clave para garantizar la salud de tus encías, ya que de esta forma se eliminan los restos de alimentos que forman la placa bacteriana y el sarro dental posteriormente, los que acaban por enfermarlas.
Debes realizar el cepillado después de cada comida de forma circular y suave evitando los movimientos bruscos o muy enérgicos y con una inclinación de 450 para no correr el riesgo de lastimar las encías.
Posteriormente se procede al uso del hilo dental, para lo que se recomienda pararse frente al espejo a la hora de usarlo y sin prisa alguna se debe pasar entre los dientes con mucho cuidado, asegurándonos de no dañar las encías.
Seguidamente debes completar con los enjuagues bucales para cerciorarte de que tu boca quede libre de bacterias y restos de alimentos que perjudiquen su salud.
Es necesario que sepas que durante el cepillado no solo se deben limpiar los dientes y encías, sino también la lengua para garantizar una correcta higiene bucodental.
Por otro lado el cepillo dental debe tener las cerdas suaves que no dañen las mucosas y estar en perfecto estado, necesitando ser cambiado cada 3 meses pues las cerdas se deforman con el uso y dejan de cumplir su función limpiadora.
La rutina bucal diaria debe incluir el masaje a las encías con la yema de los dedos, lo cual estimula la circulación sanguínea y aleja las bacterias.
Para ello masajea de forma enérgica con el dedo índice y pulgar, tanto la encía vestibular como la lingual de los maxilares superior e inferior durante 5 minutos diarios.
Aunque solo con tus dedos es efectivo, puedes auxiliarte de un aceite tónico de eucalipto o menta que posee propiedades antisépticas que ayudan a combatir las bacterias que se alojan en las encías.
Si bien es descuidada la higiene bucal, mucho menos importancia se le brinda a los productos con que se realiza la misma, como los dentífricos y los enjuagues bucales.
La mayoría de las personas los seleccionamos erróneamente por el sabor, por el precio o simplemente porque pensamos que todos son iguales y realizan la misma función.
Sin embargo muchos de estos productos resultan muy fuertes y con su uso prolongado pueden tener efecto abrasivo sobre los dientes y las encías.
También pueden provocar reacciones alérgicas o de sensibilidad, sobre todo aquellos productos que intervienen en la eliminación de las bacterias y en el blanqueamiento de los dientes.
Por tal motivo debes tener mucho cuidado con ellos y ante cualquier alteración o cambio en tus encías, deséchalos inmediatamente.
Verdaderamente si quieres mantener tus encías sanas con los productos de limpieza que utilizas debes buscar la ayuda de un higienista dental o un estomatólogo que te oriente sobre cuál es el indicado para lograr mejores resultados.
Al detectar precozmente los problemas de tus encías tienes la posibilidad de detener cualquier enfermedad que pueda ser grave y curarla, pues todo a tiempo tiene solución.
Para ello debes estar muy pendiente ante la presencia de los signos que mencionamos anteriormente que demuestran que no están sanas como por ejemplo:
Una alimentación saludable es muy importante no solo para la salud en general, sino para garantizar que estén tus encías sanas.
Es importante que consumas usualmente frutas y vegetales frescos ricos en vitamina C, ya que la misma participa en la síntesis de colágeno, componente importante de las encías y que interviene en la cicatrización y reparación de los tejidos.
Además es necesario reducir los alimentos azucarados sobre todo fuera de las comidas, pues aumentan la formación de la placa bacteriana la cual si no es eliminada con el cepillado correcto puede enfermar las encías.
Para complementar la rutina diaria de limpieza bucodental se hace necesario realizar una limpieza profesional, con instrumentos especializados.
De hecho solo puede hacerla un higienista o un odontólogo en las clínicas dentales, por lo que debes acudir una o dos veces al año aunque no presentes molestias ni ningún signo alarmante en tus encías.
Esta visita anual no solo se aprovecha para una limpieza bucodental, sino para realizar una exploración exhaustiva de la cavidad bucal y detectar precozmente cualquier problema en tus encías que hayas podido pasar por alto.
El odontólogo es el único indicado para diagnosticar y tratar de forma correcta cualquier alteración no solo de las encías, sino de la cavidad bucal en general y mientras más rápido se trate, mejor será el pronóstico y menos consecuencias traerán para tu salud.
Por esta razón ante cualquier cambio en tus encías debes acudir inmediatamente a la consulta estomatológica y recuerda que la mejor forma de curar es prevenir.
La salud de las encías depende en gran medida de la alimentación que tengamos, por lo que es imprescindible que lleves una dieta equilibrada rica en vitaminas y minerales que participan en los procesos regenerativos de los tejidos.
Por otra parte para llevar una alimentación saludable es muy importante reducir el consumo de alimentos azucarados que pueden resultar perjudiciales para la salud de las encías.
Sin embargo existen otros alimentos que además de su aporte nutricional nos benefician con sus propiedades que de cierto modo nos ayudan a mantener las encías sanas.
Alimentos ricos en vitamina C
En el caso de las encías es muy importante la vitamina C, ya que interviene en la síntesis de colágeno que juega un importante papel en la cicatrización y reparación de los tejidos.
Además protege los vasos sanguíneos garantizando una mejor permeabilidad de los mismos y de esta manera protege las encías de las infecciones.
Para garantizar una concentración importante de esta vitamina debes consumir frutas y vegetales que la contengan como por ejemplo: kiwis, naranjas, limón, guayabas, pomelos, fresas, papaya, tomates, pimiento, brócoli y berros.
Leche fresca
Además del efecto beneficioso para nuestros dientes y huesos que nos brinda el calcio contenido en la leche, el yogurt, el queso y otros productos lácteos, es importante destacar la presencia de la caseína.
Esta es una proteína que al igual que el calcio se encuentra en la leche y sus derivados y tiene un efecto neutralizante sobre los ácidos producidos por la placa bacteriana, disminuyendo los riesgos de enfermar las encías.
Fresas
Estas frutas son capaces de mantener tus encías sanas gracias al Xylitol, compuesto que combate las bacterias que forman la placa bacteriana.
También al consumirlas crudas y a mordiscos se estimula la circulación sanguínea de las encías y aporta además una gran cantidad de azúcares naturales por su alto contenido en fructosa, que no perjudican la salud.
Verduras de hoja verde
De igual importancia son las verduras de hoja verde, no solo por la cantidad de vitaminas que aportan que son esenciales para la salud en general, sino por su contenido de fibras que favorecen la limpieza de la cavidad bucal.
Estas fibras necesitan de una masticación mucho más intensa que los demás alimentos, lo que aumenta la producción de saliva, facilitando de esta manera la autolimpieza bucal y neutraliza las bacterias que pueden afectar las encías.
Entre estas verduras encontramos el apio, la col, la espinaca cruda, la lechuga, entre otros.
La cebolla cruda
Una de las propiedades de las cebollas al consumirlas crudas es su alto poder antibacteriano, ya que es capaz de eliminar cuatro capas de bacterias que enferman las encías.
Por tal motivo debes incorporarla a tu dieta ya sea en las ensaladas, hamburguesas, guisos, sopas o cuando te prepares un sándwich.
Verdaderamente es muy efectiva para mantener tus encías sanas, pero si te preocupa el mal aliento que produce, puedes utilizar enjuagues bucales después de su consumo que lo eliminará y te dejará un aliento agradable.
El consumo de esta fruta es muy útil para mantener la salud de tus encías, ya que si la comes a mordiscos es capaz de arrastrar la placa bacteriana que se adhiere en las superficies de dientes y encías.
Por lo que si quieres tener unas encías sanas te recomiendo que comas al menos una manzana diaria.
Gengibre
La raíz de jengibre es muy utilizado para condimentar las comidas, sin embargo muchos desconocen sus beneficios.
Gracias a sus efectos antiinflamatorios esta hierba favorece la salud de las encías, por lo que te sugiero que si no lo acostumbrabas a hacer, a partir de ahora sazones tus comidas con jengibre.
Té verde
Este té es un potente antioxidante que mantiene sanas las encías ya que evita la inflamación que se origina por las infecciones.
Evidentemente existen muchas cosas que puedes poner en práctica para que permanezcan tus encías sanas pero recuerda que lo más importante es mantener una correcta higiene bucodental y acudir periódicamente a la consulta estomatológica para poder detectar a tiempo cualquier alteración en tus encías.
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