El sarro en las encías es la causa principal de infecciones que pueden traer serios problemas para nuestra salud, tal es el caso de las enfermedades periodontales, específicamente las gingivitis y las periodontitis.
Estas enfermedades si no son detectadas a tiempo pueden conllevar a la pérdida dentaria, ya que en sus etapas avanzadas llegan a dañar el hueso y los dientes se aflojan.
De hecho constituyen la primera causa de pérdida dentaria después de los 35 años, por lo que es de vital importancia prevenirlas mediante la eliminación del sarro.
Además constituye un problema estético el hecho de tener sarro en las encías y es muestra de que tenemos una mala higiene bucal.
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El sarro en las encías no es más que el producto que se obtiene de la acumulación de la placa dentobacteriana al calcificarse por la acción de los minerales presentes en la saliva.
Este cálculo o tártaro como también se denomina puede alojarse en los límites de la encía o por debajo de ella y si no se elimina, continúa depositándose más restos de alimentos y más bacterias, aumentando la placa bacteriana y con ella la acumulación de sarro.
Las bacterias depositadas en el sarro liberan toxinas que dañan las encías y posteriormente el hueso, originando la gingivitis y la periodontitis respectivamente.
Aunque asistas a la consulta estomatológica y te realicen una profilaxis, debes saber que el sarro puede volver a aparecer en tus encías, por ello es necesario que conozcas qué puede causarlo para así poder prevenirlo.
Deficiente higiene bucodental: Si no mantienes los hábitos de higiene bucal, de seguro volverá a aparecer sarro en tus encías.
Debes cepillarte 3 veces al día de forma correcta, con un cepillo de cerdas suaves que no dañen las encías y con movimientos rotatorios de la encía al diente durante 2 a 3 minutos aproximadamente.
Del mismo modo debes limpiar la lengua con un raspador lingual para eliminar las bacterias que puedan depositarse en ella.
Para completar es recomendable el uso de hilo dental para limpiar los espacios interdentarios y los enjuagues bucales para de esta forma eliminar las bacterias y los restos de alimentos que pueden formar el sarro.
Malos hábitos de alimentación: Los alimentos azucarados, refinados o con grasas saturadas propician la aparición de sarro en las encías, ya que sirven de alimento a las bacterias. Una dieta balanceada, rica en frutas naturales y vegetales frescos es ideal para mantenerte libre de sarro.
Hábito de fumar: El cigarro y el tabaco favorecen la incorporación de toxinas a la cavidad bucal, lo que ayuda a la proliferación de las bacterias, la formación de placa y con ello del sarro.
Consumo de café y té: Si consumes café y té negro en exceso, debes regularlo ya que aumenta la acumulación de las bacterias que originan el sarro, además intervienen en la coloración oscura que generalmente adquiere el sarro.
PH de la saliva: Un medio ácido (pH menos de 5) es el ideal para el desarrollo y crecimiento de las bacterias, por lo que debes controlar el consumo de algunos alimentos como por ejemplo las bebidas gaseadas ya que aumentan la acidez bucal.
Enfermedades sistémicas: Algunas enfermedades sistémicas como la diabetes y los problemas digestivos pueden modificar el pH de la saliva, por lo que debes mantenerlas controladas para evitar el desarrollo de las bacterias y con ello que aparezca sarro en tus encías.
Medicamentos: El consumo de ciertos medicamentos puede debilitar el sistema inmunológico, sobre todo algunos antibióticos, lo que propicia que las bacterias se reproduzcan fácilmente aumentando las probabilidades de formación de sarro en las encías.
Es muy importante controlar estos factores para poderlos erradicar en la medida de lo posible y así prevenir y eliminar de una vez por todas este cálculo tan desagradable que afecta nuestra salud bucodental.
La mayoría de las personas se alarman al tener sarro en las encías por lo antiestético que resulta, sin embargo esto no es la única consecuencia negativa que nos provoca.
En primer lugar el acúmulo de bacterias que se alojan en la encía por la presencia del sarro, producen la inflamación e irritación de las encías, lo que origina sangramiento de las mismas, pudiendo aparecer también mal olor y mal sabor.
Si continúa depositándose sarro debajo de las encías esta enfermedad avanza al hueso, originando pérdida ósea alrededor del diente y movilidad dentaria.
El sarro en las encías también puede originar caries dentales a este nivel producto a la acumulación de placa bacteriana, que debilita el esmalte y avanza poco a poco hacia los tejidos más profundos.
Además se han asociado algunas enfermedades sistémicas a la presencia de sarro en las encías, como por ejemplo las cardiacas y los problemas cerebrovasculares.
Lo primero que debes hacer es acudir a las consultas estomatológicas al menos 1 vez al año para realizarte una limpieza bucodental, aunque no tengas sarro en las encías, ya que esta es la mejor forma de prevenirlo y eliminarlo.
Esta limpieza o profilaxis se realiza con instrumentos específicos y sin necesidad de anestesia, aunque solo elimina el sarro visible, es decir el que se encuentra a nivel del esmalte y el que está justo debajo de la línea de las encías.
Sin embargo el sarro que se encuentra por debajo de las encías es difícil de detectar porque no se ve, por lo que solo es detectado por un higienista o un dentista.
Además clínicamente pueden detectarse bolsas periodontales donde crecen y se desarrollan las bacterias con más facilidad, en este caso se procede a una limpieza mucho más profunda de la superficie radicular.
Muchas veces se utilizan curetas para limpiar esa zona y luego se lima la superficie radicular para dejarla lisa y libre de restos y por supuesto se debe realizar bajo anestesia para eliminar las molestias.
No obstante es normal tener molestias luego del procedimiento para lo que se indican antiinflamatorios, además de que queda una ligera sensibilidad que desaparece en pocos días, para lo que podemos usar algunos productos que la disminuyan.
Existe en la población general una opinión un tanto negativa con relación a las limpiezas profesionales para la eliminación del sarro en las encías, creando un mito con relación a ellas.
Por ejemplo se dice que son dolorosas y que desgastan el esmalte de los dientes y esto realmente es falso, pues se cuenta en la actualidad con tecnología y aparatología adecuados para evitar el dolor y los daños al esmalte.
La mejor forma de eliminar el sarro de tus encías es previniéndolo mediante una buena higiene bucal y controlando los factores que pueden originarlo.
Además debes acudir anualmente al dentista para realizarte una revisión y una limpieza bucodental, ya que el sarro de la encía será eliminado solamente por un profesional y con instrumentos especializados.
Sin embargo te voy a dar algunos consejos que puedes poner en práctica para eliminarlo poco a poco o reblandecerlo y también evitar que aparezca nuevamente en tus encías.
También puedes hacer un enjuagatorio mezclando una taza de agua con una cucharada del gel de sábila, una cucharada de bicarbonato, cuatro cucharadas de glicerina con 10 gotas de aceite esencial de limón y enjuagarte 3 veces al día.
También puedes hacer enjuagatorios al mezclar el clavo de olor molido con un poco de agua, ya que tiene la propiedad de combatir la formación del sarro en las encías pero además de evitar las infecciones, sangramientos y eliminar el mal olor.
También puedes utilizar otros productos como el bicarbonato, el agua oxigenada y el limón para reblandecer el sarro de tus encías ya sea combinados con la pasta dental o utilizándolos por separado.
Además puedes mezclarlos con agua y hacer enjuagatorios, pero ten mucho cuidado de no abusar de ellos, pues pueden dañar el esmalte de tus dientes.
Indiscutiblemente estos remedios caseros son muy fáciles de realizar, solo basta tu empeño en eliminar el sarro de tus encías para mantener una sonrisa agradable para ti y para los demás.